miércoles, 25 de febrero de 2015

Steven Universe (Primera temporada)


"¡Tengo trabajo! Protejo a la humanidad de magia, monstruos y esas cosas."


Yo me bebo tu batido es un blog de cine, sí, pero eso no significa que a veces nos de por criticar cosas de ámbito diverso y extendido. Si habéis echado un vistazo a las entradas, veréis que Jorge criticó en su momento una serie de animación española infame llamada Desafío Champions: Sendokai que se está tragando enterita porque es masoquista y le van las emociones fuertes. Y bueno, dado que se abrió la veda a la hora de criticar series de esa índole, yo también voy a hacerlo. Sólo que tengo bastante mejor gusto.

Que me encanta la animación lo sabéis bien (el 60-70% de publicaciones acerca de películas animadas llevan mi repugnante y marchito sello), y cuando está bien hecha y se acerca a todo tipo de público más todavía. En la actualidad, este fenómeno está felizmente extendido y cada vez crea mejores y más brillantes productos. Tenemos a la genialísima Gravity Falls en Disney y a Hora de aventuras, Historias corrientes, El asombroso mundo de Gumball y la que nos ocupa aquí, Steven Universe, en Cartoon Network.


Todas destacan por unos diálogos currados, un uso genial del surrealismo y de la comedia que va más allá de lo visto la pasada década y la búsqueda de mejorar a cada temporada que pasa. De Steven Universe, al ser aún primeriza y estar en periodo de gestación (su primera temporada aún no ha terminado) no puede decirse gran cosa, salvo que promete mucho, muchísimo. Porque utiliza sus recursos de manera inteligente, porque tiene una trama escondida rica y profunda y porque sus personajes son extremadamente carismáticos. Eso por no hablar de que la serie la firma Rebecca Sugar, la guionista de algunos de los mejores episodios de Hora de Aventuras. Hay nivel aquí, desde luego.



Y si os preguntáis por qué rayos me he enganchado a esta cosa en vez de hacerlo con... qué sé yo, series que hoy en día copan todas las portadas de revistas (True Detective, The Walking Dead o, por decir algo, Gotham), no es sino porque Cartoon Network, a día de hoy, lo está petando mucho en cuanto a animación se refiere, aun habiendo alguna deshonrosa excepción por el camino (cualquiera de las tropecientas temporadas de Ben 10 o la odiosa y terrible Johnny Test). Y porque, además, Steven Universe es un nido de frikismo (con continuas referencias nostálgicas para veinteañeros o hacia más de un anime de fama reconocida) y de buena gente. Y para colmo, por momentos, se hace jodidamente adorable. Pero entremos en harina. 

La primera impresión que ofrece Steven Universe no es precisamente la de aires de brillantez y genialidad. Tenemos una trama, cuanto menos curiosa en lo que a ideas nuevas: Steven es un joven de edad desconocida (pongamos que ronda los 11-12 años) con una gran gema en el ombligo que le otorga poderes mágicos. Hasta ahí todo normal, salvo por el hecho de que es producto de la unión entre un ser humano, Greg, y una gema de cristal, Rose Quartz. Las gemas de cristal (Cristal gems en su versión original) son seres que velan por la protección del universo, y del enamoramiento entre humano y gema nació Steven, aunque ello implicó que Rose renunciase a su forma física (hablando en plata: murió. That happens). Rose, eso sí, no estaba sola mientras protegía la tierra, así que sus compañeras de trabajo (Granate, Amatista y Perla) se han encargado de criar y enseñar al pequeño, que vive con ellas en un refugio pintoresco de la ficticia Beach City (tampoco hacía falta buscar un nombre muy sesudo para la ciudad, supongo). Así, la serie nos cuenta las mil y una aventuras que las Gemas y Steven viven, enfrentándose a todo tipo de peligros y descubriendo poco a poco un trasfondo oscuro y retorcido como él solo. 



Mi problema con esta serie (como con la mayoría) es que la descubrí en ese canal de pandereta llamado Boing haciendo zapping entre horas. Y lo que vi, para qué engañarnos, no es que me gustara demasiado, principalmente por dos razones: un doblaje poco inspirado y unos primeros episodios bastante simplones y con poca chica, donde Steven llegaba hacerse hasta molesto como protagonista. ¿Por qué? Pues porque es un crío y está en una edad de hacer tonterías y hacernos reír con bromas, chistes y errores de los que aprender. Había lucha, espectáculo y buena animación, pero nada que no hubiese visto en otras series. Y claro, ante esto, lo primero que pensé fue: "Ugh, pues si todos los capítulos son iguales, no sé a dónde se supone que va a parar esto". 

Esa era la impresión hasta que vi en inglés uno de esos capítulos por los que la serie se está convirtiendo poco a poco en fenómeno viral: "Mujer gigante". Los que lo hayan visto ya sabrán de qué va la historia, y a los que no os la resumo: es un episodio en el que vemos una fusión entre personajes (guiño a Dragon Ball Z), pero en un rollo totalmente diferente. En concreto, entre Perla y Amatista, dos personajes que son como la noche y el día y que unen sus fuerzas para proteger a Steven de sus enemigos. Steven incluso canta acerca de ello (sí, hay mucho musical por aquí), pidiendo ver la fusión porque le hace mucha ilusión, o algo. 



Hay más fusiones durante la serie (en concreto una reciente que rompe con todos los esquemas) y cada una juega con la personalidad de las gemas hasta límites insospechados. También hay batallas contra monstruos, líos en los que Steven se mete por culpa de su inocencia y, en forma de extraño precedente, un gigantesco contenido emocional. Que no se malinterprete esto: es bastante raro ver en la actualidad una serie de animación que no sea japonesa que se tome tan en serio el componente emocional, y Steven Universe lo hace. Cada personaje es (y no es broma) un mundo en sí mismo, y cuando piensas que uno de los secundarios que no hace nada está ahí de relleno... bomba de relojería en toda la cara. 

En sí y, hasta hace pocos capítulos, la serie basaba su fortaleza precisamente en las fuertes personalidades y los conflictos emocionales de sus protagonistas. Empezando por Steven, que si al principio de la serie puede parecer intragable, madura poco a poco por cada episodio que pasa, y a una velocidad que asusta. Todo ello con el único y exclusivo propósito de llegar a ser una Gema de cristal más que digna y que sus amigos y parientes le tengan en consideración para bien, unido a sus continuos miedos y al respeto de la vanagloriada figura de su madre, a la que nunca pudo conocer y que, de alguna forma, siempre está presente en su proceso de crecimiento personal. Y lo que es mejor: por cada episodio que pasa, el cariño que el espectador tiene por Steven aumenta sin parar, ya que, a pesar de sus continuas meteduras de pata, se hace de querer como el hermano pequeño que nunca has tenido.



Ir nombrando a cada personaje según sus facetas llevaría eones, porque Steven Universe engloba a una buena cantidad rica y compleja. Pero si hay que quedarse con unos, lo suyo es tirar de las gemas, esos seres que, en palabras de su creadora, NO TIENEN SEXO DEFINIDO, a pesar de tener apariencia de mujeres extraterrestres con forma humanoide de entre 20 y 30 años. Si tú tampoco entiendes cómo rayos pudieron entonces una gema y un humano procrear a un ser vivo, supongo que, algún día, obtendremos respuesta.

Las gemas son, junto a Steven, el alma de la serie, y cada una tiene sus propios puntos fuertes/personalidades definidas. En sí, son estereotipos comunes: Perla es lista, perfeccionista, maternal y pierde los nervios si las cosas no salen a su manera; Amatista es anárquica, juguetona, divertida y con una gran capacidad de meterse en líos. Y, la que más me mola, Granate (doblada por la cantante Estelle), es la jefa que encarna la seriedad y la disciplina, pero recogiendo aspectos de las otras dos. Lo importante del meollo es que todas se preocupan por el bien de Steven y de ir enseñándole, poco a poco, a utilizar sus poderes, lo cual a veces las pone en situaciones límite donde no pueden evitar dejar a un lado el humor y los chistes y hacer pasar al espectador más de un rato horrible. En concreto, "Too many birthdays", episodio oscurísimo y que pone los pelos de punta.



Tampoco falta un humor palpable e inocente que se mezcla con otro más adulto y rebuscado. Teniendo en cuenta que Gravity Falls está a años luz de cualquier cosa existente ahora mismo a la hora de hacer reír, se puede decir que Steven Universe tiene buenos momentos, pero por cada episodio que pasa es más palpable el hecho de que la serie no busca hacer reír, sino identificarte con los hechos, hacerte pensar y, si acaso, sacarte alguna sonrisa. Y cada vez en menor grado.

Más allá de eso, es impresionante que la serie tenga ya una legión de fans tan consolidada sin haber mostrado ni un cuarto de lo que promete. Se espera un gran final de temporada y Sugar parece tenerlo todo atado y bien atado, pero insisto: ¡aún no ha terminado la primera tanda de episodios! Y teniendo en cuenta que los capítulos duran diez minutos, la información nos llegará con cuentagotas, igual que en Hora de Aventuras... sólo que aquí, la base está mejor construida y sus cimientos son más sólidos. No porque la serie de Pendleton Ward sea peor, sino porque en este caso hay trama desde el minuto 0 y porque cada personaje tiene algo que esconder y aportar a la trama. Todos los episodios guardan alguna sorpresa o detalle importante que no conviene pasar por alto. 

Entonces, con tan poco mostrado... ¿por qué triunfa tanto Steven Universe? Creo que la respuesta está en que es extremadamente fácil identificarse con la naturalidad de los personajes. Ahí reside su grandeza y la de otras series de animación actuales, que la creación de Sugar lleva a un nuevo nivel: el hecho de mostrar a gente que no es de piedra, que sufre, se preocupa y lo pasa mal según la circunstancia, necesita cariño o adolece de alguna virtud que no puede compensar. Porque sus personajes llevan sus relaciones y sus lazos a un terreno mucho más maduro y complejo que no se limita a pasar el rato, creando vínculos variados y que escapan de la comprensión infantil propiamente dicha. Cada abrazo, cada gesto o cada preocupación de un personaje por otro es sincera y guarda un significado, que ya nos tocará descubrir.


PER-TUR-BA-DOR 
Ese sentido común y mínima inteligencia, acompañados de momentos especialmente duros y nada infantiles otorgan al producto un toque de distinción muy positivo. No se trata de personajes idiotas actuando como idiotas, sino personajes que sí, claramente estereotipados pero que, pese a todo, sufren con el peso de la responsabilidad y con las decisiones que toman. Y ojo, porque precisamente las decisiones o los acontecimientos de un capítulo pueden tener serias consecuencias para los próximos. La continuidad y el factor sorpresa siempre van de la mano, y cada episodio, por muy simple que sea, siempre guarda un as en la manga que no deja indiferente.

Y sé que pedirle tan poco a una serie no debería ser motivo de aplauso, pero en la animación de nuestros días se hace raro y felizmente sorprendente. Rebecca Sugar ya había mostrado cosas de este estilo en más de un capítulo de Hora de Aventuras ("I Remember you", "Simon and Marcy", "Betty"... todos relacionados con la historia del pobre Rey Hielo), y aquí, aprovecha que tiene total libertad de creación para dar rienda suelta a sus ideas. 

Por si todo lo que he dicho antes no bastara, Steven Universe tiene un currado y preciosista apartado visual, una buena música (compuesta por la misma Sugar) para cada capítulo y unos secundarios casi tan brillantes como los personajes principales. Mención especial se llevan en este aspecto el padre de Steven, Greg, la dependienta Sadie o el gran amor de Steven, Connie. Todo ello unido a brillantes moralejas, muy inteligente desarrollo de tramas y un futuro que se presenta tan tétrico como prometedor...

Más allá de todo esto, la serie tiene un pequeño y contado puñado de problemas. Aunque no pueden negarse sus bondades, lo cierto es que los primeros episodios son, pese a su bizarrismo y buenas intenciones, bastante sencillos en cuanto a contenido, algo normal visto lo que viene luego. Eso y que algunos capítulos tengan potencial para mucho más o que sean tópicos recurrentes o reciclados de otras series, que hasta ahora haya diversas subtramas con poco sentido (que irán adquiriendo, seguro) y algún personaje que merece morir cada vez que habla, como Lars (dependiente junto a Sadie en la tienda de donuts). Aparte de eso... es muy pronto para sacar conclusiones precisas, pero puede decirse que, si el equipo de Sugar hace un buen trabajo, estamos ante una serie tan tierna y encandiladora como única.



Eso sí, y por respeto a la dignidad de las personas pensantes... si os gusta la serie, se os recomienda seriamente NO verla en castellano (el tema de apertura es horrible, tiene algunos momentos censurados y el doblaje desvirtúa todo el encanto del original) y echarle un vistazo a otras geniales propuestas actuales de Cartoon Network, como la extraordinaria Over the garden wall o las ya mencionadas al comienzo de la crítica.

Con todo, el tiempo pondrá en su sitio a Steven Universe y a la arriesgada apuesta del canal de entretenimiento americano. Hay mucho que mostrar y múltiples secretos que sacar a la luz, pero los cimientos ya están puestos para crear un show memorable, tanto para niños como para adultos. Personajes fuertes, momentazos de aúpa (y sin necesidad de acción) y unos diálogos que cada vez van a mejor la convierten en una apuesta de futuro a tener en cuenta. 

Eso sí, basta de fandom terrible, gente. En serio. Hay personas con serios problemas en el Interné. Aunque supongo que podría ser peor.


3 comentarios:

  1. Me gustaría saber si va a haber una segunda crítica ahora que ya terminó la primera temporada y estamos ya en el capítulo 15 de la segunda temporada...

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola, Daniel! Pues tengo pensado hacer una cuando termine el hiatus y la serie vuelva en septiembre, época en la que, de paso, tendré algo más de tiempo libre. O si no, esperaré a ver cómo se va desarrollando la segunda temporada, que de momento está siendo inmejorable. ¡Gracias por comentar!

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola! Me encantaría saber tu opinión acerca de la serie ahora que ya han pasado más de 3 temporadas, espero poder leerla pronto, o si ya la has publicado, me indiques donde para leerla. Buena tarde.

    ResponderEliminar